El robocó

El toro me pilla, señores. Noto sus astas rozando mi trasero (upps) y lo peor es que no me agobia en exceso. Me estoy tomando junio con excesiva pachorra, es un hecho. Si eligiera la vereda responsable, debería no pisar suelo bloggero/forero/messengero y demás “eros” en X semanas pero sé que, aunque sea a horas intempestivas, no podré evitarlo por lo que solo me queda decir que vendré pero, espero que, a cuentagotas.

Ayer el mercado de los jamones y melones aderezados de toques "nada" obvios de bisturí (Eurovisión) consiguió aposentar el record de culos españoles en sofáses para ver algo de estas características, es todo un logro. Era cantado que se lo guisarían y zamparían los países del este (con la griega, simpática y otras cosas Kalomira como superviviente; una pena que no lo consiguiera) pero que coño: conseguimos chikilicuatrear y llevar humor a semejante cutrez de festival quedando en un digno puesto. Confieso que solo vi. (y soporté, gracias Ulibarri) las puntuaciones (aparte de a Rodolfo, faltaría plus); con la tele en “mute” me dediqué a cosas más interesantes como babear con David Duchovny, pero de vez en cuando el esperpento me llamaba la atención (véase el viejete friki de Croacia, el conjunto metalero finés o la de las falditas y la cuerda de tender). Si viste nacer al personaje (que en principio solo tendría una noche de vida) la hazaña te parecerá aún mayor. ¡Feliz día del orgullo friki, por cierto!

Pequeña nota aclarativa: feliz de la vida (y un pelín pedo de la vida también, de ahí la cara de nube) con el eurovisivo y Mr Nilson. Foto echada por Santiago Segura, por cierto xDDD