viernes, 11 de abril de 2008

Col, col, col


Hoy seré breve (o lo intentaré) que mis ojos comienzan a chisporrotear de sueño. El pasado lunes además de lluvia a raudales, tocó reunión del Gato de 5 patas. Suelen ser bastantes entretenidas pero están vez rayó lo surrealista, y eso, conociéndome un poquito, sabréis que me tira mucho.

A un compañero no se le ocurrió otra cosa que recoger un caracol, de tamaño considerable, de algún jardincillo y dejarlo campar tan ricamente a lo largo y ancho de la mesa. El bichejo era (no sé porque digo era...me tuve que ir un poco antes pero imagino que no lo matarían para ofrecérselo a ninguna divinidad...) mu salao y nos tuvo diez minutos riéndole las gracias (las gracias de un caracol...que tampoco es que tenga mucho repertorio...pero estiraba el cuello y sacaba y metía las antenas que daba gusto). Al rato se nos ocurrió la feliz idea de darle de comer y, como no teníamos otra cosa a mano, partimos diminutos trocitos de almendras, quicos, pistachos y demás componentes de una bolsa de frutos secos. Lo increíble es que el animalejo se lo tragaba todo sin ningún miramiento.

X, el mismo compañero de antes, lo cogió de repente en un intento de sentirse piel con piel con el bicho, en plan hippioso. El caracol (col, col,col) aguantó medio minuto sobre el brazo de X pero, como si se tratase de un toro mecánico, al rato se descoyuntó contra el frío suelo . Respirad tranquilos, el amiguete sobrevivió aunque con un pequeño desbarajuste en la concha. Llegados a este punto y ya de nuevo en la mesa (de donde no debería haberse movido, ¿verdad X? xD) a la criatura le entran ganas de llevar a la práctica los evangelios según San José Coronado. Pero al pobre el golpe le había afectado también a la disposición corporal y lo que al principio parecía un chorro de sangre un tanto oscura que emanaba del cuello (lo que podía ser lógico dada la leche que se había llevado) resultó ser otra cosa. Y ya no sé más que me tuve que ir pitando a casa (al metro le da por cerrar y esas cosas). Tengan ustedes un muy buen finde.



La calidad de la imagen es bastante mala pero se trataba de poner al caracol real no a uno de National Geographic así que se tuvo que tirar de cámara de móvil.

9 comentarios:

Pedro dijo...

Ahora sé de donde te viene el gusto po el surrealismo ¡Es que te persigue! XDXDXD ¿Seguro que no hya una burbuja de surrealismo a tu alrededor? XDXD


Un abrazo,

PEdro.

Pd: Te debo eternamente un mail y una visita :S

Pugliesino dijo...

¿Un caracol comiendo quicos? xD
Son infinidades de burbujas llenas de imaginación,de creatividad,burbujas portadoras de color,de formas,de dimensiones que tu lápiz hace estallar en palabras con las que creas misceláneas maravillosas.
Y Mr.Nilson está en los albores tan solo.Es un filón de enormes recursos! Adelante con ello!
Un abrazote!

Mae_mia dijo...

Jajaja. Muy buena la entrada, Cris!
Nunca imaginé que leería una entrada de un blog con el caracol como tema central... en fin, CAUSALIDADES de la vida (Guiño a Vicky ;P)

Un beso!!

PD: en verdad te digo, amiga Cris, que tengo una dudilla informática: ¿cómo puedo poner vídeos del youtube en una de mis entradas del blog? Espero ansiosa tu respuesta. xD xD

Un mega besazo!!

PD2: ¿Qué fue de los de BFN?¿Te volvieron a llamar?

Otro besazo! (y este es, de momento, el último en este comentario ;P)

Petit Bonbon* dijo...

¡¡Hola Cri-Cri!!

La verdad que ya he asimilado que tu vida es subrealista,jajaja.Pero lo del caracol ha colmado el bidón de subrealismo qu poseo...No sé si será la hora a la que lo estoy leyéndolo o qué,pero me ha entrado una risa toooonta...Jajaja...

La baba de caracol (Col,col,col) es muy regenerante,así que el brazo de X va a estar "lisito,lisito"...

¡¡Un besazo Porti!!+Tqm ^^(esto desde la heterosexualidad,ya me entiendes...)

Carabiru dijo...

Jajajajajjaja, lo que puede dar de sí un caracol ¿no?
A mí me caen simpáticos, será eso de que sacan los cuernos al sol, o algo, jejejje.

Salu2 wapa!

Indi dijo...

Me solidarizo con la regia estirpe de torturadores caracoleros.
Cuando tenía cinco o seis años, uno de mis mayores divertimentos consistía en "operar caracoles".
Sobre la losa de operaciones preparaba el instrumental (una serie de palitos de diversos tamaños y grosores) buscaba un caracol, le arreaba una pedrada que espanzurrara su concha y luego intentaba volver a montarlo a ver si revivía.

Vaya por delante que aún no habia leido Frankenstein, ni sabía nada sobre muertos vivientes. No se trataba de torturar, de hecho fingía que los anestesiaba. Se trataba de desentrañar la muerte. Supongo que es un derecho de los humanos intentar vencerla.
Conste que lo intenté.

Seguro que cuando llegue al infierno hay una habitación con todos los caracoles a los que maté.
Mea culpa, animalicos.

;) muac

Petit Bonbon* dijo...

¡¡Hola Cri!!

De nada de parte de mi ego (ha pegado el estirón este fin de semana...).

¡Yo te presento a quién quieras! Te recomiendo cualquier blog que tengo en mis links de "1 ó 1000 visitas".Es que el otro día separé los de "manualidades" de los otros,para que sea más fácil visitarlos.

¡¡Hablamos por la noche!! :D

Mil besazos corazón ^^+(L)

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
El mundo de Yas (Andrés) dijo...

pues si....
como el caracol ando de lennntorro por la vida desaparecido y sin visitas... bueno si la tuya...
jijiji...

Esta todo en orden...
Me has llamdo hoy???

Besus... andrew