viernes, 27 de noviembre de 2009

Bîlis


Ésta no es más que un entrada-desahogo (de ahí el título latino bîlis: cólera
, ira...más gráfico imposible). Resulta que no tengo derecho a una beca de FP superior (que curso actualmente) porque tengo estudios universitarios, tócate los cojones Mariloles*.

Repetición de la jugada:


En octubre presento mi solicitud junto con todos los documentos necesarios y tras haberme leído unas cuantas veces los requisitos de la beca de marras (donde en ninguna puta parte se menciona la norma que ahora se
sacan de la manga).

Ayer me llega una carta a casa: me falta el certificado de notas 2008/2009; me extraño ya que adjunté las notas de lo último cursado (bachillerato) con relación a lo que ahora hago (ya que entré en el ciclo de FP con notas de bachillerato, que haya ido a la universidad tiene tanta relevancia como que supiera hacer globitos con forma de elefante). Me presento en la consejería esta mañana (que encima está a tomar por culo) y les explico la situación; me enseñan los papeles que adjunté: faltan las notas de bachillerato que estoy 100% segura que entregué en su momento (tengo la teoría de que están de su m
ano en un sitio llamado papelera).

Un "señor" tras una ventanilla me suelta lo siguiente:

"Denegamos las becas de gente que ha estado en la universidad porque han hecho un retroceso en sus estudios; lo que se pretende es que en educación se avance, que se suban peldaños."

¡¿CÓMO?!

Tras una discursión de veinte minutos no sabe más que repetirme todo esto con distintas palabras, sin saberme dar una razón verdadera y alegando "que no es que no lo entienda (yo), sino que no estoy de acuerdo". En realidad son las dos cosas, imbécil. ¿Retroceso en sus estudios? ¿qué me estás contando? No me das la ayuda por hacer una criba, gilipollas (obviamente no se lo dije así). ¿Alguien me puede decir una razón por la que no tengo derecho a la beca? No lo entiendo y no lo entenderé nunca (básicamente porque no hay una razón lógica). Además, simplemente estoy sacándome una titulación diferente y complementando mi formación, nada de retrocesos; qué manía de etiquetar las cosas.

"Necesito que me des unas poquitas...". "¡No! ¡Que has sido universitario! Véte a jugar al mus...

Que yo haya ido o no a la universidad debería importar tanto como que haya sido astronauta en el curso 2008/2009. Jamás había solicitado beca alguna y ahora que me he independizado, que vivo con cuatro duros y realmente la necesito... me dicen que no. Manda huevos. Entiendo que de haber disfrutado de algun tipo de ayuda en la facultad no me la dieran...claro que sí, pero...en fin, voy terminando que me repito y me enciendo a partes iguales. Qué cabreo, madre.
Esto no es más que un "colador" por el que quitarse gente de en medio, repito; igualmente podrían haberles dicho a los pelirrojos con pecas que nanai e igualmente se hubieran ahorrado el dinero injustamente.

*Tenía ganas de escribir la expresión :)


miércoles, 18 de noviembre de 2009

Groucho


Ya está bien, el kloveriscopio no se merece sufrir tan aplastantemente los efectos de mi vagancia. Es poco creíble ya a estas alturas y sé que me voy a tirar un tiempo escribiendo para mi misma...pero...: ésta es la definitiva... o saco esto adelante ah
ora o le buscaré un (todavía sin adjetivo) final.

Para ser protagonista de un entrada en el kloveriscopio a veces basta con usarme de colchón, y eso es lo que está haciendo Groucho en estos momentos. Eso y ronronear muy alto.

Hablar de Groucho es fácil y difícil a la vez; escucharme puede llegar a ser un poco cargante debido a que a veces me sale un ramalazo "purpurínico" (kloverisco: cursi, demasiado dulzón, pseudo-comportamiento viejuno emergente en las tías solteras
y en su afición por deformar caras agrarrándote de los carrillos...).Yo que nunca he tenido mascotas (salvo los consabidos hamsters, gusanos de seda o tortugas de California) me entiendo perfectamente y considero que el poquito tiempo que lleva este bicho en casa me ha colmado con creces, y lo que queda.


Groucho es oficialmente un pequeño gran cabrón. Se debe a su corta edad y a su "traviesitis", pero estamos convencidos de que no es solo eso y de que trás esos arañazos largos, dolorosos y aparentemente inocentes, tras esa mirada y esas orejas "murcielaguiles", tras esos mordiscos currados y apasionados, tras ese pelaje de carbón... se
esconde la mano derecha (¡como poco!) del mismísimo príncipe de las sombras. En el piso pueden escucharse frecuentemente expresiones del tipo: ¡Me cago en tus muertos, Groucho!, ¡hijo de puta el gato! o ¡ah, ah, Groucho, no!.


Aun así el gato cabrón también es adorable (recalcar que solo a veces y cuando se ve extasiado por la venida del sueño). El resto del tiempo es hiperactivo y tiene programado un radar de movimiento perfectamente efectivo: o te haces el mueble o ten seguro que llamarás su atención y, como mínimo, te pegará un mordisquillo.



Groucho conserva aún comportamientos "bebéicos" (kloverisco) que consisten en plantarse durante media hora sobre la mitad superior del cuerpo de la persona en cuestión (uno de los dos de la casa, tan simple como eso) y lamer durante media hora (si tienes paciencia) tu cuello, camiseta, barba (de tenerla) e incluso a veces el sobaco. Suponemos que echa de menos las tetillas de su madre...Otra costumbre bastante arraigada en el minino es la de seguirte a todas partes (todas, incluso a cagar).

Y como unas cuantas imágenes valen más que mil palabras, remitiros a:
http://picasaweb.google.es/kloverkirov/Groucho#