Recuerdo un viaje de fin de curso, allá cuando era un
miquete de trece años. Por aquel entonces, la timidez me pesaba como una losa y
no podía ser espontánea, ser “yo”. No me relacionaba casi con la gente y cuando
lo hacía casi siempre me atormentaba la inseguridad, sufría bastante. Recuerdo
que al final de los tres días, los monitores con los que íbamos nos hicieron un
regalo “personalizado” a cada uno de la chavalada: una camiseta que mostrará
qué era lo que mejor representaba a cada uno.
Nos la dieron en un paquetito…y al abrir el mío me indigné: “Cris,
la musical”. Esta gente –pensé- como no me he mostrado casi ni he hablado apenas,
ha puesto lo primero que se les ha ocurrido que pudiera ser algo aplicable a
cualquier persona.
Ahora recordando, no lo veo tan disparatado. Creo que no fue puesto al tuntún y que, aún con la losa paralizante de mi bloqueo inseguro de aquellos tiempos, me salía musiquilla de dentro y se percibía, aunque como un soplo chiquitito: lo que la inseguridad dejaba pasar por su condenado filtro.
También me recuerdo a mi misma asegurando que "no me gusta bailar, bailo como un pato" o "no tengo ni idea de música, es algo tan amplio y tan lleno de posibilidades que me abruma, porque realmente no sé por dónde tirar". Afirmaciones que ahora interpreto como subjetivas: la primera sustentada por mi inseguridad que no me dejaba soltarme y que me hacía tener la eterna sensación de ser una torpe, lo cual era una realidad debido a estar casi todo el rato "en tensión" y preocupándome "por la imagen que daba al exterior". La segunda por ser consciente de que para la chiquilla de aquel entonces y sus circunstancias era complicado salirse de "lo comercial y tufante" -era a lo que tenía acceso-, dejando a un lado grandes éxitos no marcados por lo rancio y borreguil y sí por la magia y calidad, los tremendos Queen, por ejemplo.
Ahora recordando, no lo veo tan disparatado. Creo que no fue puesto al tuntún y que, aún con la losa paralizante de mi bloqueo inseguro de aquellos tiempos, me salía musiquilla de dentro y se percibía, aunque como un soplo chiquitito: lo que la inseguridad dejaba pasar por su condenado filtro.
También me recuerdo a mi misma asegurando que "no me gusta bailar, bailo como un pato" o "no tengo ni idea de música, es algo tan amplio y tan lleno de posibilidades que me abruma, porque realmente no sé por dónde tirar". Afirmaciones que ahora interpreto como subjetivas: la primera sustentada por mi inseguridad que no me dejaba soltarme y que me hacía tener la eterna sensación de ser una torpe, lo cual era una realidad debido a estar casi todo el rato "en tensión" y preocupándome "por la imagen que daba al exterior". La segunda por ser consciente de que para la chiquilla de aquel entonces y sus circunstancias era complicado salirse de "lo comercial y tufante" -era a lo que tenía acceso-, dejando a un lado grandes éxitos no marcados por lo rancio y borreguil y sí por la magia y calidad, los tremendos Queen, por ejemplo.
El presente y un pasado "como la vida misma" le han dado carpetazo a todo
aquello. Afortunadamente la vida me ha hecho aprender y me he desprendido de
aquel veneno, aunque con monstruos interiores todos contemos…; ahora soy yo la que los
maneja y procura no dejar que le afecten; que vida solo hay una y hay que
atreverse.
La música, que años atrás también lo intentó, ha entrado en mí este año como una oleada pasional a la que
solo te puedes rendir: sala Macondo con sus tremendas y lindas Iliana y
Mercedes y sus ritmos cubanos, el grupete alegre africano de La Trompeta Verde
y Casa Senegal, Rosie Dee, su bondad y vozarrón de jazz y soul, la guitarra pasional del buen John Conde, karaokes varios
con mi amorosa y talentosa Raquel, la pasión musical de Green, Alanisarte y la bailonga Lidia, Marisa Sonrisa y sus danzas
del vientre, César y los Mr Nilson: fuerza y simpatía rockera, la feria de las
Alternativas y sus clases de percusión e instrumentos de “otro planeta”, ritmos
canariones en Las Palmas, los
corralones, la Escalera de Jacob de “mi Madriz”, May y David por llevarme a Rota (especialmente May por compartir sus gustos musicales de los que me he enamorao), La Reina y sus tremendas
versiones de Queen, sevillanas a cascoporro en feria con la Ofuxi y Niña de
Fuego, José Alberto y su inmersión en la música Indie, Pony Bravo, Las
Buenas Noches, O Sister, No Reply, La
Selva Sur, Luar na Lubre, Eva Cassidy, EU LIBRE, El Canijo, Emberruskados, Tos,
Barry White, Zaz, Muse, Sting, Edith
Piaf, Lou Reed, Nina Simone, Janis Joplin… Y más recientemente el festival AlRumbo en Rota… donde un no parar
de músicos para quitarse el sombrero (Ojos de Brujo, Sonido Vegetal, El Canijo
y Tomasito, Def Con Dos, La Pulquería, Hora Zulu, Deep End…y sobre todo Canteca
de Macao).
Estos últimos han supuesto el empujoncito final y estoy decidida: mi
interior me pide a gritos que haga mis pinitos musicales, que aprenda, que me
suelte, que experimente, que bichee instrumentos y me decida por alguno, clases
de canto, solfeo, que me agrupe con alguien en plan espontáneo, que retome la
guitarra, que me deje llevar, que la viva más, que lo disfrute… mar de
posibilidades. Vida solo hay una y decido a qué la quiero dedicar, por muchas
piedras o piedracas que me encuentre por el camino (a patadas metafóricas con ellas) y a rodearme de lo bello y mi gente linda; sé lo que
quiero…y lo voy a luchar. ¡Me emociono, leches!
Para esto que os explico no me vendría mal unas manitas, que
aunque tienda a ir a mi bola… que gente amiga te guie y aconseje, se agradece.
También me he cuestionado empezar a unir mi profesión de logopeda y audióloga
con estos mundillos. Relación mucha y… ¡ganas! Qué bello sería poder unir estos
dos mundos, ayudar y dedicarme a estas dos grandes pasiones.
Le voy a hacer caso a esa enana espontánea que, antes de entrar
en la para mi ácida adolescencia de palos e inseguridad, era un pajarete rubio
libre y sonriente… que soñaba con las orquestas del pueblo, la vida de los
músicos y la felicidad que desprendían.
“Se entiende que nunca es fácil abrir camino, pero la marcha
más larga con un paso ha de empezar. Cuidao con la chispa pequeña que es la que
prende la mecha, se contagia deprisa, no avisa y no va a parar”.
Y a quien me lea, gracias por llegar hasta aquí, menuda parrafada. Para mi es importante.
9 comentarios:
Criiis! Qué bonito! Acabo salir de la fiebre y leo esto.. No sabía que tenías un blog. A ver en qué puedo echarte una mano para tu carrera musical incipiente! Un abracito, la niña de fuego!
Yo llegué hasta aquí! Yo te apoyo, la vida se constituye de pequeñas cosas y hay que experimentar hasta que encuentres algo que realmente te llene. Así que p'alante y a disfrutar.
Besos Kloverina.
Cuanto antes se da uno cuenta de que su vida está en sus propias manos antes empieza a vivirla.
Aunque a veces cueste un poquillo y vengan rachas de desánimo.
Un saludo!
¬¬ otra vez google borrando mis comentarios... en fin.
Que sí! que hay que coger las riendas de tu vida y vivirla a tu manera, y disfrutarla!
:)
Anda, xD que tienes moderación, jujuju, pues no me lo estaba avisando hasta ahora, jajaja.
Borra los comentarios que estimes conveniente, xD
Tienes mi apoyo y mi ayuda en lo que necesites, siempre que esté en mi mano, vale??? besotes.
Jo, qué bien escribes. Te deseo suerte y sobre todo felicidad. Yo tengo bastantes colegas metidos en el mundillo musical; si necesitas algo de información, sugerencias, cooperación,... me lo cuentas y se lo transmito.
Un beso Cris
Adelante!!
Cuenta con ello una vez mas.
Adelante!
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