Alternativas (IV)

CARTAS SUMERGIBLES

Aún queda bastante para el calorcete pero eso no quita que, revolviendo la casa, haya encontrado unas cartas especiales para piscina que hice el año pasado y decida compartirlo.

En la piscina se pueden hacer mucho pero siempre está bien crear opciones que se salgan de la norma. Y bien puede apetecer jugar unas cartas sin perder el fresquete. Solución: ¡cartas sumergibles!

Esta entrada es muy obvia en cuanto a material/procedimiento... pero por mi que no quede.

Material: tijeras, papel para forrar transparente, objetos que nos sirvan de peso (piedras, vasos...) y las propias cartas.

Lugar: una gran mesa donde dedicarte exclusivamente a esto durante un rato.

Pasos:

1. Recorta un buen trozo de papel para forrar, despega las dos partes y ve pegando todas las cartas que puedas (y aprovechando el espacio lo mejor posible) en una mitad. Aquí son útiles objetos que sirvan de peso y ponerlos en las esquinas del papel de forrar facilita el trabajo.

2. Después pega la mitad sin cartas encima de la superficie con cartas, de forma que queden plastificadas por los dos lados.

3. Recorta las cartas con cuidado y deshazte de las posibles pompas que hayan quedado entre el plástico (el agua puede entrar por ahí) empujando el aire con el dedo hacía los bordes de la carta.

4. Repite el mismo proceso hasta que hallas plastificado las 40 cartas (o las que sean). No tienes porque limitarte a la baraja española, puedes plastificar barajas francesas, las del Uno... Incluso si estás más loco que yo, puedes plastificar juegos de mesa enteros tipo Monopoly o Trivial.

Idea: una colchoneta pequeña, una tabla de playa de cuando eramos pequeños o, incluso, una bandeja de plástico que flote... pueden servir de tapete.

Por cierto, hay que tener en cuenta que una baraja de cartas de 40 ocupará bastante más debido al grosor del plástico.

A lo tonto quizá le cojas vicio y montes un Las Vegas submarino :)