lunes, 5 de noviembre de 2007

Boquita de pez II

Una mancha de vino en el mantel, una mancha enorme. Cuando volví al salón, la pecera, hecha añicos, se mezclaba con los cristales de lo que ayer había sido una pareja de vasos. Llegué a la conclusión de que el caos nocturno de la operación rescate me había hecho obviar el granate detalle. Aunque desconociera la causa, quedaba claro que lo que hubiera hecho caer al suelo a la pecera había tenido fuerza suficiente como para, además, llevarse por delante a los indefensos recipientes. Tardé un rato en recoger y cuando lo hice el sueño se había esfumado, por lo que me preparé una taza de leche caliente y aproveché el tiempo que me dio el microondas para echarles un vistazo a los peces. Todo parecía normal.

La alarma del microondas ya sonaba, cansada e impaciente a que llegara. Lo hubiera hecho, sin embargo me acerqué un poco a la bañera. Entonces, uno de los peces se giró en mi dirección y volvió a repetirme la pregunta. Lentamente, pronunciando con precisión, sin un ápice de expresión en su rostro de pez. No tenía escapatoria, que fuera un simple pececillo de colores no me daba derecho a ignorarle por segunda vez en la misma noche; pero es que realmente no sabía que responder, la incredulidad me carcomía. Sólo pude balbucear un no lo sé, pequeñajo, cerrar la puerta asustado y correr al salón de donde no salí hasta que se hizo la hora de ir al trabajo.

La mañana pasó lenta y por lo visto yo tenía muy mala cara. Mis compañeros no paraban de repetirlo con el mismo tono que hubiera utilizado mi tía Angelines después de darme el característico beso-chupetón de vaca. Aquel lunes la oficina se había convertido en el reino de las tías Angelines, todos preguntando por mi salud y ofreciendo caramelos de menta a ver si con azúcar se me quitaba el blanco fantasmal de las mejillas. Al menos me libré del beso. Les agradecí su preocupación, por supuesto, pero… ¿qué iba a decirles? ¿Qué uno de mis pececitos naranjas había aprendido a hablar y que estaba sediento de sabiduría marina? Me limité a excusarme con el típico apenas he dormido, lo cual era verdad, adornándolo con tímidas sonrisitas. Si no estuviera ya comprometido aquella hubiera sido una productiva forma de ligar.

Intenté olvidar lo sucedido pero me fue imposible; es bien sabido que con este tipo de intentos lo que realmente se hace es recordar. Aproveché el descanso de la comida para comprar una pecera nueva, esta vez de plástico, y para hablar por teléfono con mi novia, que enseguida me notó raro. No conseguí contarle nada por miedo se pensase unida a un lunático.

Al lunático se le pasaron los días, incluso los meses sin que nada al respecto sucediese. Las primeras semanas pasaba mucho tiempo observando pero, al no recibir nada más que indiferencia de los ojos vidriosos de sus compañeros de salón, ya rara vez se acercaba a la pecera. Ni el pececito curioso ni ninguno de sus colegas se salían del canon de su rutina mecánica de pez y mucho menos encontraba en sus ojitos cristalinos el más mínimo rastro de reconocimiento. El mito de la memoria de pez parecía cumplirse a la perfección en su particular mar en miniatura. En vez de ser un alivio, como hubiera sido de esperar, esta desconexión sumió al chico en una incómoda tristeza, del todo diferente a la que le hubiera producido cualquier comportamiento humano o incluso animal, como la de un perro o un gato que normalmente encienden mayor apego.

Una tarde de domingo fijó la mirada en la pecera y tuvo una idea. Metió uno a uno a los pececitos en una botella de dos litros y a esta en una bolsa de deporte. Bajo la cuesta, cogió el autobús y en un atasco y medio llegó.

-Una entrada por favor... -dijo mientras entreabría la cremallera de la bolsa- Espero que os guste, pequeñajos...




22 comentarios:

Popi dijo...

He visto a mi mejor amigo en tu relato. Es un loco de los peces, el que me dijo que lo de la memoria de pez no es un mito, sino una realidad, ya que los recuerdos sólo le duran tres segundos.
Los relatos muy bien, en tu línea, mola el final, el hecho de llevárselos al cine, original. Me gusta lo extravagante.
Un beso Klover y enhorabuena por la postal de Madriz con Z de zueco.

Carabiru dijo...

Jejejeje, qué divertido lo de los pececitos!

Ahora me has dejado en la duda de qué peli será esa a la que lleva el pececito.

Salu2 y gracias por dejarte llevar por la mancha de vino!

Cuervo dijo...

que relato más chulo... lo del pez que habla me ha dejado un poco pillado, pero lo has resuelto con elegancia... y me encanta el final!!
nos leemos!!

Anónimo dijo...

Esta segunda parte (tan esperada) la noto más racional que la primera. Esperaba más mordacidad... pero estuvo genial!! ¿no irían al Imax a ver Planeta Azul? :P

¡Ah! Y felicidades por tu postal ¿qué tamaño tiene? ¿10x15 o es un giga-poster?

Laura Luna dijo...

Me encanta que sigas con la tónica de siempre: una redacción impecable y natural, con un agradable sentido del humor, buenas descripciones y una imaginación desbordante.

Pero hay algo que me ha chocado: todo el relato es en primera persona, desde el punto de vista del chico. ¿Por qué hacia el final cambias a la tercera persona y tomas el punto de vista de un narrador externo? Que en la frase "al lunático se le pasaron los días[..]", lo hicieras, aún tiene sentido, pero en el resto del texto no me acaba de cuadrar. No sé, pero a mí me suena a "despiste" :P

Tenía ganas de leerte. Mi inspiración está echándose la siesta.

Un beso muy grande,
Mun

Luz de Luna dijo...

Muy bueno, mejor que el de la seman pasada incluso. �Que peli vieron?, vamos no nos vas a dejar con la intriga ????. jaja.

Besitos. ;)

p.d. Seguro que fu� tibur�n para darle fuerza mor�l al pez Ja. :(

Luz de Luna

Anónimo dijo...

me he reido al final, imaginarme al tío este con los peces en el cine es un show!!!

Y me apuesto q no fueron a ver una peli de peces... aunque si continua tu acuario ya serás tu la encargada de contarlo.

Es curiosa esta historia, aunque me gustó más la anterior.
besines.
Jara

Lucía dijo...

No conocía tu blog y he estado curioseando un rato por él.

Me han gustado mucho tus relatos, supongo que tendré que ir pasando para ver como acaba la historia de los peces (no la dejarás así no??) ...

Anónimo dijo...

Esa es una buena pregunta: ¿Que peli llevarias a ver a tu pez? digo yo que en plan familiar debería ser Piraña, o Tiburón y si quieres traumatizarlo pos llévalo a ver a Nemo...mare, animalico ;).

Hablando de otros bichos...pos si, pos si, los buitres, que monos y que asquerositos. Ten cuidado nena que aquí hay fauna de todo tipo ;)

Tu puedes borrar y colgar todo lo que quieras, me parto de risa, digo: Mira la loca de Klover, ya está escribiendo con los guantes puestossss ;)))))))

Besicos.

Pedro dijo...

Me encanta como narras y tu forma de redactar, la historia, encaja perfectamente con la pirmera boca de pez, e incluso podrái dar pie a otras muchas contandonos como se va desarrollando la cosa, si al fin queda claro porque el mar es azul, y un pez era curioso y hablaba, y si realmente tiene memoria de pez,o hay algo más.


Un abrazo,

Pedro.

Anónimo dijo...

Te entiendo perfectamente jamia, yo soy muy zoqueta para cambiar de teclado...bueno, de teclado y de casi todo. Aunque en realidad lo mio es un ejercicio esquizoide, porque tiro las cosas a sacos, no me gusta amontonar nada y sin embargo he llevado un coche que se caia a trozos hasta el punto de que la puerta del copiloto iba atada con una cuerda...calcula ;).

Me hace gracia lo de la "M" la tecla de los escritores¡¡¡ esa se borra siempre, se suelta, se cae, se tuerce y todas las miguitas del universo, que caen sobre el teclado, van a parar bajo la "M".

Yo encantada de leerte ¿eh? así que si os picais Carlos y tu, será un placer triplicado¡¡¡¡.

Los cuentos no se cuando estarán en el mercado. Me comenta Marga, la ilustradora que tiene un borrador en una editorial desde HACE MÁS DE UN AÑO...no se de que me suena...ascoooooooooo de mundo.
Total que ya veremos que hacemos, digo yo que lo mejor será recurrir a Lulu y meterlo en librerías nosotras mismas con nuestro propio mecanismo, porque como tengamos que esperar a una editorial española y física, nos salen canas.

Ya te contaré por mail, la línea argumental de los cuentos, que seguro que te encanta la idea.

Vesssss?????? yo tambien hablo más que un loro con sobre dosis de Redbull. Panda de cotorras.

Besitos.

Pedro dijo...

Vengo del blog de Mun :( ¡QUE ES ESO DE QUE ESTE CUENTO NO TE GUSTA! BRRRR PUES QUES SEPAS QUE A MI ME A GUSTADO Y TE PENSABA RECOMENDAR :P


¡POR UN MUNDO SIN CALIMEROS!


Pedro.

Luz de Luna dijo...

chsss. Klover bonita, ¿tú no serás gafé?. ¿O acaso habias visto algo en mi bioritmo?. Trás tu atento comentario....

Procuraré no pensar en peras durante un tiempo...

¡Cuídate!

Yo he salido por el portál y me he dislocado un tobillo por qué lo están arreglando, he vuelto como he podido y entonces el currito se había abierto la cabeza con el pico de una ventana y tenía una brecha del 41 (puntoa). Ya me gustaria que ésto fuera cuento.
jajajaAJ. (me río por no llorar).
Mira que si el comentario me lo hubiera dejado niña vudú..... :S

Ná entre tú y yo y sin Calimereces...ayyy toy coja :(

Besitos?

Darka Treake dijo...

jo...
a dónde los llevo?
Una entrada? al cine??
ajajajaja

yo creo que al final hizo precisamente lo que tenía que hacer... llevarlos a ver el mar...

1bsillo!!
Darka.

Darka Treake dijo...

Klover!!
No te preocupes, hazlo sólo si encuentras un ratito de aburrimiento sin nada mejor que hacer...
joe, que no es una obligación!!

y lo que distrajo al hada???
Lo sabrás en breve..:p


1saludote
Darka

JT dijo...

Pero si no dice que vayan al cine... ¿no puede ser el circo? :P
Muy bueno ese toque al final, jeje.

Joo, yo echo de menos la grabación =)

Juan dijo...

Hola

Pues la segunda parte es el buen remate de un cuento que ya prometía. Enhorabuena.

No coincido con Mun en que pasar de la primera a la tercera persona sea un despiste. Me ha parecido un recurso estilístico bastante interesante. El narrador pasa de confundirse con el protagonista a alejarse, como si en el cine pasaras de un primer plano a una vista panorámica.

Muy bien también eso de que oyó al pez dos veces y luego se pasó meses sin volverlo a oír. Te hace preguntarte si es que el pez de cansó de la insensibilidad humana o si lo soñó.

¡Ah! Bonita voz :-). Yo sería incapaz de leer algo mío, porque mi voz es un desastre.

Tuve el honor de que, hace casi 10 años, Alicia Sanchez leyera un relato mío en Cuento Contigo. ¿Alguno conoció aquél programa? Aún recuerdo la voz tan maravillosa que tenía y lo bien que leyó aquello que escribí.

Un saludo.


Juan.

Pugliesino dijo...

¿Habrá momento más felíz para un pez que contemplar el mar por primera vez?
Como ese laberinto de líneas que forma la imagen de un cristal resquebrajándose tu fantástico relato rompe la presa que aprisionaba la imaginación y esta se desborda cambiando todo el paisaje a su paso. Azul, dinamismo, creatividad, movimiento, ternura e ingenio sacan una entrada para la inocencia mas linda.
Buscando el mar
ya sé porque es azul.
Un abrazo enorme!!

luis f. lópez dijo...

Muy bien escrito, como todo lo que he leido de ti. Tienes el don de escribir como imprevisible lo cotidiano.

Anónimo dijo...

Ainsss... Cuanto me ha gustado!!! Si es que el pececillo en sí no dice ni una sola palabra, pero el tío se monta la película él solo...

A veces no hay nada como ser un neurótico para ser feliz dentro de tu vida...

Y el detalle de llevarlos a ver una película me ha encantado... Sería el documental "Tierra" que ponían en los cines?? jijii

Besines de todos los sabores y abrazos de todos los colores.

Angelica Black dijo...

he estado perdida por los mares...pero ya estoy de vuelta ^^

muy bueno lo de los pececitos jeje buena entrada ^^

un besito

wannea dijo...

jo, acabo de leer la segunda parte!!!! ains, qe despiste llevo encima, será de no dormir tb!! xD y eso que que fuerte, que se los lleva a ver el mar que el pobre lo hace con mucha buena idea pero.... si estamos hablando de la memoria pez... no se van a acordar cuando vuelvan a la pecera de que han visto el mar!!!!!!!!
aun asi esta muy bien, por lo menos el muchacho se sentiría mejor consigomismo no? y espero que no lo haya dicho nada a la novia porque si ya era raro que le hablara un pez ni te cuento que se los lleve al cine no?? jajajajaja en fin, que me molan los peces y me mola muuucho el mar, muchos bessos!!!!