lunes, 17 de septiembre de 2007

Korsakov


Cuentacuentos 29

Quieroquemividaseadeesasqueseinmortalizanenunlibro...
marquésdegastañagadoce.
Estaba desayunando algo caliente en un bar cualquiera, a punto de recoger su mochila del suelo y marcharse. De repente apareció, de carrerilla, como un relámpago. La frase se encendió temporalmente en su cabeza; tenía que darse prisa o desaparecería. Miró el reloj. Controlando una sonrisa bobalicona, observó a su alrededor, nervioso. Sentada en una de las mesas una chica revisaba sus apuntes; le pidió un bolígrafo. Ella le miró extrañada -su aspecto descuidado solía provocar esa reacción- pero se lo prestó. Le podría haber pedido un trocito de papel pero le pareció excesivo . Se las arregló con una servilleta. Sacó unas cuantas monedas de dentro de la mochila -dinero que siempre había estado allí y que no recordaba haber metido-, pagó al camarero y salió corriendo hacía el parque . Allí se sentó en el lugar más tranquilo que pudo encontrar.

Sacó del bolsillo lo que acaba de escribir:

Quiero que mi vida sea de esas que se inmortalizan en un libro;

marqués de gastañaga doce.

Miró con cariño el trocito de servilleta. Estuvo un rato contemplándolo. Sabía que significaba algo pero no sabía el qué. Poco después sacó una carpeta de la mochila. En ella había una colección de cientos de notas como aquella, clasificadas por orden cronológico y de extensión similar. Todas con la misma letra. Le ayudaban a recordar datos que, de no estar escritos, jamás volverían a su memoria. Algunas tenían sentido...otras, como la de esa mañana, no... pero se fiaba de ellas.


Ignoraba el origen de la mochila pero siempre la llevaba consigo.Suponía que habría sido un regalo de alguien que no recordaba o que siempre le había pertenecido. Ni siquiera sabía quien era... él mismo.Para tapar el hoyo en la memoria recurría a la imaginación, fantaseando sobre su identidad. Unos días era escritor, otros cartero, profesor o músico callejero. Sobrevivía olvidando irremediablemente lo que había hecho el día anterior. Las notas le ayudaban a recordar pequeños detalles, le hablaban sobre lugares que tiempo atrás había visitado, de restaurantes a los que merecía la pena volver, de personas, de momentos de vida que se habían perdido en el agujero negro de lo irrecuperable.

Cuando abría la mochila y leía cada una de las notas una y otra vez, se sentía feliz; disfrutaba saboreando aquellos breves momentos de su pasado pero no podía evitar sentirse vacío. Sin saber el significado de la que ahora tenía en sus manos pero con la certeza de que era importante, comenzó su peculiar búsqueda.

Empezó por el parque, comparando las letras de la nota con todo lo que veía. Nopisarelcesped. Zonadejuegos. Cocacolalight. JaimecorazónSara. LuckystrikeredlasAutoridadesSanitariasadvierten:fumarpuedematar...

Lo cierto era que el parque no era muy dado a literaturas.

Todo cambió radicalmente una vez fuera de él: la enorme cantidad de información que salía de todas partes le saturaba. Tardaba una media de diez horas en analizar una calle entera.

Gracias al dinero de la mochila había logrado sobrevivir durante mucho tiempo, y sin duda le quedaba suficiente para financiar la búsqueda. Le costó más de un mes encontrarlo. Primero vio la placa de la calle... Después la pequeña pintada en la pared. Miró la nota, lo había encontrado: cuadraba.Un pinchazo raro en la cabeza le hacía pensar que aquello lo había visto antes, algo le era familiar. Sentado en el portal del número doce un hombre de unos cincuenta años le miraba con los ojos muy abiertos, como si hubiera visto un fantasma. Rápidamente corrió a abrazarlo.


Se dejo abrazar y preguntó:

-¿Quién pintó lo de la pared?

-Fuiste tú, hermano...Hace mucho tiempo...cuando apenas eramos unos niños - le abrazó con más fuerza, todavía sin creerse la situación...


La historia de este hombre se hizo famosa hace unos años: enfermo de una rara patología que afecta a la memoria, el síndrome de Korsakov, desapareció sin dejar rastro en 1987. Quince años más tarde logra volver a casa, por casualidad y con la ayuda de una frase que había escrito de niño sobre la fachada de su edificio. Un flashback que le sacó de una vida de mendicidad.


/pequeña p.d: soy consciente de que el cuento no se entiende demasiado bien, las prisas supongo... es lo que ha salido ^^/

15 comentarios:

wannea dijo...

mmmmmmm preferia no ser la primera porque.... mmmmmmmmm no me he enterado muy bien de nada.... mmmmmm vuelvo mañana porque yo pa mi que es esta hora, que ya es tarde y es porque Niobe me ha saturado con tanta sangre y asesinatos (de echo me ha matado...) mmmmm muchos bessos!

Anónimo dijo...

Pues a mí tampoco me ha quedado muy claro que le pasaba y que encontró pintado en la pared, pero ha estado bien... jijiji...

Besines de todos los sabores y abrazos de todos los colores.

wannea dijo...

Se me ha borrao el comentario!!!!!! odio a blogger ¬¬ pero bueno, lo reescribo (estoy baga)
Que te decia que el parrafo final es muy aclaratorio, y que ahora que lo he entendido bien extrañamente me gusta... muy emotivo al final a veces las pequeñas cosas son las que mas importan muchos bessos

wannea dijo...

PD: como agovia el reloj de tu blog.... ¬¬

Anónimo dijo...

¡Qué locura! Habría estado mejor exprimida siendo más larga, contando un poco más, pero me ha gustado. Realidad y magia un poco entremezclado,
¡un besote wapa!

Pugliesino dijo...

Dificil era el reto de convertir en cuento la dimensión de una historia así y lo consigues llevar a cabo muy bien. La inocencia del comienzo, la frase, el ambiente que recreas en el parque junto con la ciudad testigo de palabras en silencio, y todo ello ocultándono hasta el final un sorprendente desenlace.
Un relato original y que destaca la importancia que puede llegar a tener una frase.
La magia de las palabras!
Un abrazo enorme

Laura Luna dijo...

Admiro mucho tu originalidad, aunque me he perdido un poco en el relato :$ Recuerda que lo que más me gusta de tu surrealismo, es que siempre hay un símil detrás :)

La impulsividad del hombre en apuntar la frase que le viene a la cabeza me recuerda a mí misma cuando tengo un ataque de inspiración ;)

Un besote, artista,
Mun

Carabiru dijo...

Muy bonito, la verdad.
Me recuerda un poco a Memento (aunque no acabé de verla) guau! ¿te imaginas la de años que podría haber pasado buscando el nombre de esa calle si la casualidad no le hubiese llevado a la ciudad correcta??

Queralt dijo...

Oye, tienes una valentía admirable. Es cierto que está algo confuso aunque, con tu explicación lo entendemos todo y todos pero, ¿no te parece que esta historia, puesto que te atrae pues escribes sobre ella, se merece que lo intentes de nuevo con más tiempo y más longitud de texto? Creo que, estos personajes y estos hechos en tus manos, pueden llegar a un desarrollo e intensidad muy grandes, mucho. ¿Me dejas que te lo sugiera?
Gracias por ser como eres. Y por compartirlo.

Mermelada de cerezas y muchos besitos.

Queralt.

Anónimo dijo...

El destino lo llevó hasta su casa, creamos pues en el destino ¿O no?
Yo no creo en las casualidades, pero si en tu forma de escribir. Quizás si lo hubieras hecho más despacio y con más explicaciones, no hubiera surgido esa mezcolanza que es lo que le da atractivo a tu emotiva historia.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Por supuesto que me acuerdo de tí y te vengo a leer muy a menudo. Lo que pasa, es que no puedo leeros a todos y prefiero no poner comentario para no hacer distinciones.
Estoy deseando poder escribir, pero la obligación es antes que la devoción y por ahora me es imposible.
Pasando a tu historia: Lo que más me gusta de ella, es la ingenuidad que desprende, pero al mismo tiempo, has sabido darle misterio y sensibilidad. Creo que has hecho una mezcla original e irresistible.
Gracias por preocuparte y por visitarme, porque dice mucho de tí como persona.
Miles de besos y no te preocupes, cuando venga dejaré mensaje piensen lo que piensen.

Darka Treake dijo...

Hola Klover!!

Me ha encantado!!
Es que estudio Psicología, y conocía el Síndrome de Korsakov. me temo que a medida que leía, sabía que le problema que tenía era ese. jojojo
Se llama Amnesia Anterógrada.
Normalemnte la gente que tien S. de Korsakov es porque tiene una addcicón al acohol que ha degenerado hasta ese punto...
Leí un caso, de un hombre, que se miraba al espejo, creyendo tener 25 años, y al ver al viejo que realmente era... imaginate el shock! Pero bueno, como luego se le olvidaba...

Bueno, que me ha gustado mucho. Escribes muy bien, aunque no es la primera vez que te lo digo.
Me has recordado, como a Mun, a los momentos de inspiración, cuando tienes que apuntar alguna idea, para no olvidarla... (no hace falta amnesia para eso, ajajaja, lo mío roza la patología).
Por eso suelo llevar un cuaderno conmigo.

1bsito Klover!!
Darka.

Darka Treake dijo...

Hola Klover!!

Sí, el relato es de "El hombre que confundió a su mujer con un sombrero", de Oliver Sacks.
Es buenísimo!!
Tiene otros como ese, en que cuenta los casos más asombrosos que han pasado por sus manos.
Yo estoy deseando pillar otro que se llama "Un antropólogo en Marte".

Alguna vez me he planteado, al terminar, pasarme a Logopedia, aunque no creo que nunca llegue a hacerlo.
Es que me gusta mucho la psicolingüística, y podría seguir por ese camino...
¿Quién sabe?

Bueno, un saludote!
Sigue escribiendo así de bien!!
Darka

Angelica Black dijo...

Gracias por pasarme el link a este blog ^^
Está muy bien, he leido solo esta entrada pero luego me voy a poner con el resto ^^

La verdad es que esta entrada está estupenda, ya te iré comentando el resto según vaya leyendo ^^

un besito

Tea Girl dijo...

Me ha encantado!

No tengo nada más que decir ;)



Un beso dulce